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Orland, CA — El 10 de abril de 2014, un camión de FedEx que llevaba un remolque de doble acoplado cruzó una división de pasto en la Interestatal 5 cerca de Orland, California y chocó contra un ómnibus de turismo lleno de estudiantes que se dirigían a visitar Humboldt State University. Si bien las autoridades aún están tratando de determinar las causas que llevaron al camión a atravesar la separación, el choque pone en manifiesto los peligros asociados con los camiones con remolques de doble acoplado.
“Fue un camión de doble acoplado de FedEx. Ambos acoplados estaban doblados en un extraño ángulo. Y nos chocó,” dijo Miles Hill de 18 años, que estaba sentado justo detrás del conductor del ómnibus de turismo cuando chocó contra el camión de FedEx. Lo que vio Hill es algo que los defensores de la seguridad de los camiones no se cansan de decir desde hace años: gran cantidad de estudios independientes han demostrado que hay graves preocupaciones de seguridad asociadas con camiones largos y pesados en nuestras carreteras.
La estabilidad y el control son los principales motivos que hacen que los dobles acoplados sean peligrosos. “Los movimientos de dirección relativamente insignificantes (por ejemplo, la maniobra para el cambio de carril) se magnifican en el segundo acoplado y pueden alcanzar niveles inmanejables, produciendo una oscilación exagerada y el posterior vuelco del acoplado trasero,” escribieron los autores de un estudio sobre camiones que fue publicado en American Journal of Public Health. Es estudio estableció que un factor clave en los choques de camiones con doble acoplado era el tiempo que el conductor había estado conduciendo. La probabilidad de un choque aumentó con la cantidad de horas que había conducido el conductor, especialmente cuando lo había hecho por más de seis horas. Según el New York Times, el estudio también estableció que los conductores jóvenes presentaban un mayor riesgo de seguridad, al conducir camiones con doble acoplado, y que era mucho más probable que los camiones con doble acoplado choquen cuando los acoplados estaban vacíos, debido a mayores problemas de estabilidad.
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Los doble acoplados, o vehículos de combinaciones más largas (LCV, por sus siglas en inglés) como se los conoce comúnmente, tienen tasas de participación en accidentes de al menos un 11% más altas que los camiones con un solo acoplado, según Coalición Contra Camiones Grandes (CABT, por sus siglas en inglés). Los LCV también dejan una huella de accidente mayor, debido a su longitud y la posibilidad que existe de que el acoplado se separe. También es importante resaltar que los LCV tienen por lo general un mal desempeño con respecto a la estabilidad, ya que tienen una tendencia a amplificar la maniobra en la parte trasera, o un “efecto latigazo,” cuando se pierde el control del acoplado.
El día del accidente de Orland, el conductor del camión de FedEx, Tim Evans, 32, volvía a su hogar en Elk Grove después de haber hecho un viaje programado a Weed, California. El viaje en total es de unas 458 millas, lo que totaliza aproximadamente unas siete horas conduciendo sin tener en cuenta los tiempos más lentos al entrar o salir de las instalaciones de carga y el tiempo que lleva intercambiar los acoplados. Como mínimo, al momento del accidente, Evans probablemente había estado conduciendo durante más de cinco horas. Según la Junta Nacional de Seguridad de Transportes (NTSB, por sus siglas en inglés), Evans remolcaba dos acoplados al momento del choque; el primer acoplado, más cercano al camión, estaba parcialmente lleno y el acoplado trasero estaba vacío.
Los testigos del accidente dijeron que el camión de Evans estaba en llamas antes de cruzar la división hacia el tráfico en dirección contraria, pero esa afirmación no fue corroborada por la NTSB. Otra área en la que los investigadores del accidente hacen énfasis es que el camión de Evans no dejó ninguna marca de frenado antes del impacto. Los medios especularon con la posibilidad de una falla en los frenos, o en que Evans haya sufrido un problema de salud catastrófico. Hasta ahora, la tragedia de Orland nos ha demostrado que el peligro asociado con los camiones largos debe analizarse en detalle para evitar que vuelva a pasar este tipo de tragedias.